En los vagones casi todas las personas llevan tapabocas. La ciudad va a cerrar algunas estaciones de una a cinco de la madrugada para evitar los desamparados y limpiar el piso y los trenes. Foto Javier Castaño

Por Mónica Quintero

Han pasado tres meses desde que las autoridades nos comenzaron a explicar que tomar distancia, lavarnos las manos y usar tapabocas serían las medidas efectivas contra el Coronavirus. Así evitaríamos el contagio de esta pandemia y miles de muertes en esta ciudad.

La ordenanza no solo redujo el contacto físico con familiares y amigos, sino que impuso reglas de distanciamiento en locales comerciales, supermercados y droguerías. Cambiaron algunos hábitos de higiene, comunicación y respeto del espacio personal. Los lugares donde era habitual el contacto físico, hombro a hombro, se volvieron peligrosos.

No todas las personas están siguiendo los protocolos de la ciudad de Nueva York para evitar el contagio del Cononavirus. En los cinco condados hay 162, 212 casos y en Queens hay 50,304. El hacinamiento, la desinformación y la imprudencia son factores de riesgo.

“En ocasiones las personas se molestan cuando se les exige que respeten el distanciamiento social aquí adentro”, dijo Luis Núñez, quien controla el ingreso y la salida de clientes del supermercado ubicado en la calle 87 y Roosevelt Avenue en Jackson Heights, Queens. “Sin embargo, en la calle este es un tema difícil de controlar”.

Su opinión se suma a la de Fernanda Castillo, quien trabaja en un centro tecnológico en la misma zona. Dijo que las personas son cuidadosas dentro del establecimiento, pero que cuando termina su jornada laboral la situación es diferente. “Veo gente sin guantes o con el tapabocas en el cuello, caminando cerca de los demás sin mucha preocupación, no se si están desinformados o simplemente no les interesa seguir las normas, pero eso me molesta”.

La experiencia de Castillo se puede verificar al recorrer Roosevelt Avenue, en el sector de Corona. Algunos transeúntes no respetan los seis pies de distancia que se deben tener entre las personas en cualquier espacio público.

Por eso la ciudad de Nueva York cerró los parques e impondrá multas hasta de mil dólares a las personas que se reúnan en multitud. El pasado martes en la tarde, la policía se vio obligada a dispersar a cientos de judíos jasídicos que acudieron al velorio de un rabino en Brooklyn sin guardar distancia y algunos no vestían tapabocas. Los velorios y los entierros masivos están prohibidos durante esta pandemia.

En los vecindarios latinos de Queens la mayoría de las personas usan tapabocas, pero a veces no mantienen la distancia de seis pies (alrededor de dos metros) entre las personas. Foto Mónica Quintero

Algunos repartidores de comida no visten el tapabocas de manera apropiada y pueden propagar el Coronavirus. Foto Javier Castaño

José de la Rosa, quien trabaja en el área de limpieza de la ciudad, tiene una percepción diferente. La mayor parte de su trabajo es en las calles y percibe que las personas se están acostumbrando a estar distanciadas. “Cuando alguien en la fila o en la calle se acerca, uno los mira y ya entienden que tienen que alejarse un poco”, dijo de la Rosa. “Creo que entre todos nos estamos cuidando”.

Con una bacteria que puede sobrevivir por más de tres horas en el aire y tres días en cualquier superficie, y sin una vacuna que nos permita evitarla, es indispensable seguir las recomendaciones sanitarias. No es momento de bajar la guardia.

Otra medida que está tomando la ciudad es habilitar 100 millas en los condados para que la gente salga a montar en bicicleta, patineta o simplemente a caminar o correr, aunque manteniendo la distancia.

Estos son los protocolos que debe siguir para evitar la propagación del Coronavirus: