
Joe Biden espera ser recordado como el presidente más ecologista en la historia de Estados Unidos, y es posible que lo logre si sus planes dan buenos resultados. Créditos: Gage Skidmore, FlickrCC.
Joe Biden espera ser recordado como el presidente más ecologista en la historia de Estados Unidos, y es posible que lo logre si sus planes tienen buenos resultados. Dentro de la primera semana luego de asumir, Biden mostró iniciativa para luchar contra el cambio climático uniéndose de nuevo al Acuerdo de París que Trump había abandonado, y estableciendo dos órdenes ejecutivas: “Proteger la Salud Pública y el Medioambiente y Restaurar Ciencias para Afrontar el Cambio Climático” y “Afrontando el cambio climático en casa y en el extranjero”.
Desde entonces, el gobierno ha trabajado en varias promesas específicas relacionadas con el cambio climático. En un resumen exhaustivo sobre las acciones climáticas del gobierno hasta ahora, hecho por el Instituto de Recursos Mundiales, se eligió analizar diez grandes promesas. Sin embargo, sólo cinco demostraron progreso:
Biden prometió reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por lo menos un 50% para 2030. También prometieron que se requiera que todos los vehículos de pasajeros vendidos después de 2035 sean emisiones cero; lidiar con súper contaminantes; y ampliar los sistemas de eliminación de dióxido de carbono (CO2).
Respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, el gobierno de Biden se ha comprometido a una reducción del 50% con su Contribución Determinada a Nivel Nacional bajo el Acuerdo de París. También hubo acuerdos recientes en relación al plan Build Back Better el cual, dentro de otras varias iniciativas, podría destinar unos USD 369 miles de millones a programas de energía y cambio climático.
En relación al objetivo de emisiones cero, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva que exige que todas las agencias consigan tener una flota 100% eléctrica para 2027. Además, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) emitió un decreto final para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos entre 2023 y 2026.
Para luchar contra súper contaminantes, la EPA también decretó reglamentaciones que reducirán la producción y consumo de hidrofluorocarburos, un contribuidor importante a las emisiones de GEI. Además, el presidente Biden asistió al lanzamiento de la promesa global de metano en la cumbre climática de Glasgow, que ha hecho que más de 100 países se comprometan a la reducción de un 30% de emisiones de metano para 2030.
Finalmente, con respecto a aumentar los sistemas de eliminación de dióxido de carbono, la presidencia de Biden ha hecho inversiones sustanciales en la reducción de riesgos de incendios forestales y en la restauración de ecosistemas a partir de su Ley Bipartidista en Infraestructura. Estas inversiones están pensadas para promover la eliminación natural del carbono.
Por más emocionante que haya sido este progreso, Biden probablemente se haya enfrentado a la amenaza más grande contra la acción climática hasta el momento, a partir de la decisión de la Corte Suprema en junio de 2022 de restringir la capacidad que tiene la EPA para limitar el CO2 en centrales eléctricas.
En un artículo del New York Times, David G. Victor, un experto en políticas climáticas en la Universidad de California, dijo “A esta altura no veo la forma de que alcancen los objetivos que se propusieron”.
A pesar de esto, el equipo de Biden tiene esperanzas. En un artículo del Washington Post, Gina McCarthy, la asesora nacional sobre el clima, dijo “Hay muchas formas en las cuales podemos alcanzar los objetivos que el presidente propuso”, y agregó “No importa lo que diga la Corte Suprema, vamos a tener un plan”.