
Rosemary Marrugo disfruta su labor como Embajadora del US Open. Fotos Marcela Alvarez
Ganar un dinero extra es siempre bienvenido. Y si lo haces trabajando en algo que disfrutas y entretiene para cerrar el verano, mejor aun. Tras las bambalinas del US Open se mueve una montaña himalayesca de personas que aportan para que el torneo transcurra de la mejor manera en todos los aspectos. Esa fuerza laboral —temporaria— es sólida y diversa e incluye personas de la tercera edad. Merece ser reconocida.
Su labor consiste en “darle la bienvenida a los fanáticos y darles un buen servicio, la información del evento. Además de eso, en un día como hoy que es fin de semana, también ayudamos a nuestros compañeros con las líneas para entrar a los estadios, hacemos un control en un ambiente más amable”.
De su experiencia como Embajadora recuerda un año del Día de la Comunidad (2da semana del torneo), es decir de acceso gratis al público. “Yo tenía boletos y recuerdo que estaba frente al estadio Ashe y escuché que una madre y sus dos hijos querían ver a Serena Williams, pero no tenían boletos. Yo les di los que tenía. Eso fue una alegría para ellos”, recordó con nostalgia.
Nichelle León vive en Maspeth, Queens. “Es mi cuarto año aquí. La primera vez decidí venir al Open por la experiencia, por ver a la gente, el ambiente y vuelvo por lo mismo, por la gente que conozco, por la amistad, por ver partidos, las conexiones que he hecho. Mis jefes son muy amables. Su labor consiste en controlar el acceso al área de prensa. Las jornadas son largas. “El día más largo que tuve fue cuando ganó Carlos Alcaraz [2022]. Llegué a las 9 de la mañana y me fui a las 4 y media del día siguiente. Uno aguanta, honestamente, me quedé muy feliz y contenta con tal de ver jugar a Alcaraz. Me fui bien recompensada”, dice entre risas.

Kena Betancur capta la acción desde lo alto del estadio Arthur Ashe. Foto Marcela Alvarez

Nichelle León recomienda la experiencia de trabajar en el Open. Foto Marcela Alvarez
“Excluyendo el año de la pandemia, 2020, por que no estaba abierto el Open”, agregó Veraldi, quien trabaja en Servicio Al Cliente VIP —las áreas por donde transitan los ricos y famosos. Por su lado Matthew desempeña tareas logística dentro y fuera de las canchas .
De su lado Matthew, siempre de buen humor como su madre, dijo “me encanta el ambiente que ofrece el torneo. Para muchos el tenis es un deporte excitante, y personalmente es muy satisfactorio trabajar en uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Y si tengo que ser honesto, me ayuda a pagar mi matrícula en la escuela”.

Andrea Veraldi y Landy María en un descanso de su trabajo de Servicio al Cliente. Foto Marcela Alvarez