Nieve del Carmen Schira en el Parque Travers de la calle 77 en Jackson Heights, Queens. Foto Javier Castaño

Por Javier Castaño. — 

Antes de ocultarse el sol una tarde caliente del mes de julio, Nieve del Carmen Schira completaba su rutina de caminar 14 cuadras casi todos los días. Vestía una camiseta azul, gorra, gafas, sandalias y un maletín de figuritas multicolores. Sus ojos azules acompañaban su agradable sonrisa.

“Tengo el corazón limpio porque no he odiado, traicionado o robado a nadie y veo la muerte como parte de la vida”, dijo Schira en el Parque Travers de Jackson Heights, Queens. “He estado al lado del prójimo y de Jesucristo y me siento en paz”.

Schira nació hace 96 años en la Provincia Espaillat, Moca, región del Cibao, en República Dominicana. Su apellido Schira cree que proviene de Suiza y desde los 13 años le ha gustado enseñar. “Fui una de las fundadoras del Partido Revolucionario Dominicano después de la muerte de Trujillo. Con mis manos le di de comer a Juan Boch, quien era un hombre inteligente y honrado, pero lo expulsaron por sus ideas revolucionarias”, dijo Schira con emoción.

Dijo que no está de acuerdo con el actual presidente de República Dominicana y se atrevió a decir que Trump va a ganar las elecciones de esta nación porque se adapta mucho más a la cultura y la ideología de esta nación.

A los 50 años se graduó de abogada en su país natal, tomó juramento en el estrado, aunque no ejerció el derecho. Por muchos años se dedicó a enseñar en escuelas comerciales, una de sus pasiones.

Schira dijo que ha vivido con poco dinero y mucha familia. Primero murió su esposo, luego su otro hijo y después su madre, quien era su amiga inseparable. No sufre de diabetes o presión alta y la única vez que visitó al doctor fue cuando dio a luz a su hijo Rafael Miguel. Viajaba con frecuencia de República Dominicana a Nueva York, hasta que su hijo la convenció en el 2017 de que viviera a su lado de manera permanente. Está esperando que le llegue la tarjeta de residente.

“De República Dominica extraño la interacción y comunicación con otras personas, porque allá somos más abiertos. De Nueva York me gusta su variedad de culturas y lo que se puede aprender, además de las oportunidades para salir adelante”, dijo Schira.

Todos los días hace oficio en su apartamento para matar el tiempo, dijo que siempre le ha gustado ver noticias, ama su teléfono celular y que “las redes sociales mienten demasiado”.