Senadora Jessica Ramos frente a la alcaldía de Nueva York. Foto Javier Castaño

Por Jessica Ramos, senadora demócrata del estado de Nueva York. — 

El 5 de noviembre es una elección importante. O elegimos a un delincuente convicto anti-latino, o una ex fiscal competente que quiere abordar una reforma migratoria seria y se preocupa por reactivar nuestra economía de manera equitativa. El resultado de las elecciones se sentirá en la Avenida Roosevelt.

Mis vecinos y yo tenemos preocupaciones legítimas sobre esta vía. Las hemos tenido durante décadas, pero en los últimos años ha aumentado el número de vendedores ambulantes, trabajadores sexuales e indigentes. Los nuevos inmigrantes necesitan permisos de trabajo para salir de una economía explotadora. El Congreso tenía un proyecto de ley de inmigración bipartidista, pero fue rechazado por políticos de extrema derecha a pedido de Donald Trump.

En la ciudad, la incompetencia y la intolerancia continúan. En lugar de permisos de trabajo de los federales, el alcalde Eric Adams no ha hecho nada. Dijo que los inmigrantes van a destruir nuestra ciudad. Señaló con su dedo, posó para fotografías, hizo berrinches y arruinó sus relaciones con la Casa Blanca. Ahora está inundando nuestro vecindario con policías, poniendo en riesgo el trabajo que han hecho los cuarteles por nuestra comunidad.

El alcalde Adams ha hecho de todo menos su trabajo. Tuvo la oportunidad de reunirse con otros alcaldes de ciudades importantes y con el jefe de gabinete del presidente Joe Biden, pero regresó porque el FBI allanó su personal en una investigación de corrupción. La frustración por su mala gestión y supuesta corrupción es insostenible.

He vivido la mayor parte de mi vida alrededor de la Avenida Roosevelt y ahora estoy criando dos hijos en esta área. Lo que veo cuando salgo de nuestro apartamento es consecuencia de la falta de leyes, sistemas y servicios humanos. No hay fe en nuestro gobierno local.

En enero anuncié un foro público en la Roosevelt con las agencias de la ciudad. El alcalde Adams anunció su propio foro en Corona para el mismo día y nos obligó a cancelar el nuestro. Prometió acciones y luego orquestó una redada de burdeles sin arrestar a traficantes y sin ayudar a trabajadoras sexuales. Los burdeles reabrieron al día siguiente sin consecuencias.

Mi equipo y yo presentamos informes al 311, llamamos a agencias de la ciudad, escribimos cartas y asistimos a tantas reuniones de grupo de trabajo como pudimos para construir una relación y darle al alcalde Adams la oportunidad de hacer su trabajo. Nosotros hemos sondeado a los vendedores ambulantes y visitado pequeñas empresas para ofrecerles apoyo. Estoy en contacto con el Cuartel 115 para ver qué trabajo se está haciendo para abordar la trata de personas que ocurre frente a nuestros propios ojos.

He hecho mi trabajo en el senado estatal: enviando desde Albany los fondos para nuestras escuelas, transporte público y hospitales. He presionado a las pocas agencias estatales que tocan la Avenida Roosevelt para que presten atención a este vecindario, hacer que la MTA inicie mejoras en las estaciones de tren 7, traje a la Comisionada Laboral para hablar con los propietarios y trabajadores de pequeñas empresas y dediqué fondos adicionales de ACE para llenar los vacíos dejados por el Departamento de Sanidad de la Ciudad.

Es difícil criticar públicamente a un alcalde vengativo, porque siempre hay consecuencias reales que perjudican a los electores. Necesitamos un alcalde serio para manejar esta crisis con recursos consistentes de la ciudad, no con sesiones fotográficas. Esta situación no es nueva y necesitamos inversiones duraderas.

Debemos cambiar este supuesto líder. Me postulo para alcalde de la Roosevelt y de todos los vecindarios. Elijamos la socia adecuada en la Casa Blanca para cambiar las reglas del juego. Vote por Kamala Harris el día de las elecciones.