Podemos calmarnos si aprendemos a respirar. Foto Dreamstime

El acelerado ritmo de vida al que nos vemos expuestos diariamente no es bueno ni para nuestra salud física ni para nuestra salud mental. Por eso es prioritario conocer y poner en práctica diferentes estrategias que nos ayuden a manejar el estrés y minimizar sus efectos en nuestra salud.

Una manera muy sencilla y sin ningún costo es usando la Respiración: aprender y practicar patrones de respiración determinados que relajen de manera efectiva el sistema nervioso en particular el sistema simpático. Al controlar nuestra respiración, inmediatamente ponemos bajo control el sistema nervioso, ya que estos dos sistemas están directamente conectados. Por ejemplo, cuando estamos en modo lucha-huida por un evento que nos estresa, lo primero que se acelera es la respiración.

Entre los beneficios de esta técnica de respiración están los siguientes: descargar y aliviar el sistema nervioso simpático, ayudar a conciliar el sueño, disminuir la depresión, prevenir los ataques de pánico, disminuir los niveles de ansiedad, así como disminuir los niveles de cortisol y adrenalina que estén circulando en la sangre y que generan estrés.

La manera de practicarlo es la siguiente: Busque un lugar donde se sienta tranquilo y seguro. Siéntese en una posición cómoda, puede ser sobre una silla o sobre el suelo con las piernas dobladas. Cierre los ojos y relaje tanto la cara como la mandíbula. Los hombros descansan lejos de las orejas.

Comenzando con la mano derecha, tape la fosa nasal derecha con el dedo pulgar. Inhale profundamente, por la fosa nasal izquierda expandiendo el vientre hacia afuera. Retenga por unos segundos.  Luego, tape la fosa nasal izquierda con el dedo corazón de la misma mano (derecha) y exhale suavemente por la fosa nasal derecha, llevando el ombligo hacia adentro. De nuevo inhale por la fosa nasal derecha, retenga y exhale por la izquierda. Inhale por la fosa nasal izquierda, retenga y exhale por la derecha.  Repita varias veces este ciclo alargando la inhalación y la exhalación cada vez más, de manera que las respiraciones se vayan poniendo cada vez más largas y profundas.

El tiempo recomendado para hacer este ejercicio es entre 3-10 minutos (yo utilizo el cronómetro del celular para calcular el tiempo). A mi particularmente, me ayuda mucho poner un fondo de música suave o practicar al aire libre rodeada de la naturaleza. Cuando se termine el tiempo, inhale profundamente por ambas fosas nasales y luego exhale completamente, relajase y vuelva a su patrón normal de respiración.

Otros datos interesantes de esta práctica es que es una técnica de respiración básica utilizada tanto en el Kundalini como en el Hatha Yoga, para regular la respiración y establecer un nuevo patrón de funcionamiento cerebral que ayuda a restablecer el equilibrio emocional y la calma. ¡Es una práctica milenaria! Practícalo! No tienes nada que perder y mucho que ganar.

PAOLA ANGEL Instagram: Health.Coach.paola