
En la mesa de AARP se dio información sobre la atención a las personas de la tercera edad. Fotos Javier Castaño
Por Javier Castaño. —
Decenas de familias latinas acudieron el miércoles de esta semana a una reunión comunitaria sobre la importancia de cuidar a los enfermos o ancianos (caregiving). Una práctica muy común de las familias latinas que tiene sus consecuencias económicas y de salud.
“Lo primero es que la persona reconozca que está atendiendo a un familiar enfermo o de la tercera edad”, dijo Lorraine Cortés Vázquez, comisionada del Departamento de Envejecientes de la ciudad de Nueva York, quien habló desde la tarima. “Y lo segundo es que se informe, busque ayuda y entienda el enorme papel que desempeña en esta sociedad”.
En el más reciente informe sobre cuidadores familiares se afirma que el 26% de los adultos en el estado de Nueva York (4 millones de personas), atienden a familiares adultos y no son remunerados. Estos cuidadores invierten en promedio $7,200 al año cuidando a sus familiares, alrededor del 25% de su sueldo.
En muchas ocasiones son personas que cuidan de sus hijos o cónyuge y al mismo tiempo deben de cuidad de sus padres o abuelos. “Es una carga económica y sicológica muy fuerte para los cuidadores familiares que debe ser reconocida y compensada por la sociedad”, añadió Cortés Vázquez.

Decenas de familias latinas acudieron al llamado de AARP, Univisión y QueensLatino.

Grandes y chicos tuvieron la oportunidad de chequear su salud.

Algunas agencias de la ciudad de Nueva York se hicieron presentes para informar a los latinos.
Este evento se realizó en el Centro Comunitario del abogado Ginarte de Junction Boulevard en Corona, Queens. Tuvo la colaboración de la televisora Univisión, la radio X96.3 y QueensLatino. Asistieron varias agencias de la ciudad de Nueva York como la Oficina del alcalde para Asuntos del Inmigrante (MOIA) y la Comisión de Derechos Humanos.
El centro para actividades de jóvenes y adultos ELMCOR, el centro para envejecientes Raíces Corona y la doctora Denise Núnez también se hicieron presentes durante esta actividad informativa.
Al fondo del salón varias enfermeras tomaban la presión arterial de los asistentes, su nivel de glucosa para saber si sufrían de diabetes y examinaban la vista de grandes y chicos.
Selma Betancourt, directora asociada de comunicaciones de AARP en el estado de Nueva York, dijo que este tipo de actividades son necesarias “no solo con el fin de informar a la gente sobre los recursos disponibles para la comunidad, sino para que entiendan la importancia de reconocer y apoyar a los cuidadores familiares”.

