Por Javier Castaño —
La fila de personas en busca de comida, ropa y útiles escolares le daba la vuelta a la esquina. Algunos ancianos empujaban los carritos con la esperanza de llenarlos y calmar el hambre. Los niños jugaban en el andén mientras sus padres esperaban el turno para recibir una mochila y productos alimenticios con el fin de llenar la nevara de sus hogares.
Frente a Food Bank of Corona, en Queens, se hallaba Karen, de 6 años, muy sonriente al lado de su hermanito Adan, de 2 años, quien estaba dentro del cochecito que empujaba su madre Karina Aguito.
“Me gusta la escuela y también me gusta venir aquí porque tengo amigos, me dieron dulces y una mochila para meter mis cuadernos y libros”, dijo Karen, quien cursa segundo grado en la escuela pública Tiffany (PS 110) de la ciudad de Nueva York.
La familia vive en la calle 99 de Corona, a pocas cuadras de Food Bank of Corona que tiene el patrocinio de la empresa Broadway Stages, con sede en Brooklyn. Su objetivo es: Cero Hambre. “Vengo a comer a este lugar y me gustó mucho estar aquí hoy porque me ayuda bastante con los gastos de útiles escolares y de comida”, dijo Aguito.
Evelyn Heibron, directora ejecutiva del Community Center Services Organization Corporation (CCSO) al cual pertenece el Food Bank of Corona, localizado en 92-21 Corona Avenue en Corona, Queens, dijo que ese día repartieron cerca de 2.000 comidas, 14.000 libras de vegetales, frutas, frijoles y pollo. Contaron con 56 voluntarios y distribuyeron 500 mochilas escolares.

Evelyn Heibron, al centro, supervisando la entrega de mochilas para el regreso a la escuela.

Cutzaveli le recorta gratis el cabello a Angel antes del regreso a las aulas.
“La situación no está fácil para los inmigrantes y cada semana vemos más y más personas y familias solicitando comida y otros servicios”, dijo Heibron mientras supervisaba esta actividad comunitaria.
También estuvieron representantes de la senadora estatal Jessica Ramos, Metro Plus Health y NYC Children.
El niño Angel, de 6 años, estaba tranquilo en su silla mientras el peluquero RS Sammy, conocido como Cutzaveli, de One Dope Barber, recortaba su cabello. Angel estaba siendo vigilado por su papá, José Velázquez, quien dijo sentirse satisfecho con el corte de cabellos de su hijo.
“Es mejor que comience la escuela con el cabello recortado”, dijo Velázquez. La familia vive en la 50 Avenida de Corona.
Aida Tonemea también acude con frecuencia al Food Bank of Corona en busca de comida y este día se hallaba con Emili, de 4 años, la niña que cuida. “Tengo dos hijos grandes y la ayuda que recibo de este lugar me sirve mucho, comida y vestidos”, dijo Tonemea.


