El gesto de alegría de Carlos Alcaraz al ganar el US Open 2025 en el Parque Fluishing de Queens.

Por Marcela Alvarez.  —   
El español Carlos Álcaraz venció al italiano Jannik Sinner, 6-2, 3-6, 6-1, 6-4, y es nuevamente el rey de Queens. Es su segundo título en Flushing Meadows (el primero fue en 2022, cuando venció el noruego Casper Ruud) y sexto grande (Grand Slam) en su ya brillante carrera. Tiene solo 22 años.
En siete partidos, Álcaraz perdió solo un set —precisamente ante Sinner.

Fueron 2 horas y 42 minutos de un encuentro que captó la atención de los fanáticos en Nueva York y más allá y que tuvo un agregado controversial: la presencia del presidente Donald J. Trump.

Ironías de la vida. En tiempos de represión y autoritarismo, el mandatario ocupó el palco de honor en el estadio que lleva el nombre del ex tenista y líder de los derechos civiles Arthur Ashe, mientras que el complejo del Open lleva el nombre Billie Jean King, la tenista icono de la comunidad LGBT+.

La última vez que un presidente de EEUU visitó el US Open fue en 2000. Aquel año Bill Clinton disfrutó mirando los partidos de Serena Williams y Pete Sampras. Esa visita fue muy distinta a lo que ocurrió este domingo con Trump. Clinton no fue abucheado, al contrario fue aplaudido calurosamente y los fotógrafos y público se dieron gusto tomándole fotos. Nada de eso ocurrió con Trump, quien nació en Jamaica, Queens.

El partido comenzó con Alcaraz en rápida ventaja 2-0. Eso dio la pauta de lo que vendría después.
Todo marchó de primera para el español. En el 3er set estuvo arriba 5-0.

El tenista murciano selló el partido con un “ace”, es decir un imparable como en el béisbol. Un saque directo, perfecto, sin atenuantes.

Alcaraz vengó así la derrota sufrida ante Sinner en Wimbledon.

Este 2025 Alcaraz y Sinner se midieron en 3 grandes finales: Roland Garros, Wimbledon y el US Open. El español ganó 2 y Sinner 1.

“Sí, jugué muy bien hoy, pero….aun no estoy en mi ‘prime’, todavía no he llegado a mi cien por ciento. Tengo cosas que mejorar. La mejor versión de mi está por venir”, dijo el flamante campeón, con una sonrisa de oreja a oreja. “Nueva York es muy especial para mí, aquí comenzó a despegar mi carrera”, señaló.

“Mi principal meta ahora es ganar el Grand Slam total”, agregó Alcaraz, es decir los 4 torneos grandes del mundo. El Abierto de Australia (que se juega en enero) es su asignatura pendiente.

Sinner dijo que Álcaraz “no tiene debilidades”.  El italiano, clasificado 1 en Flushing Meadows, no pudo contrarrestar el huracán murciano que empezó el partido como es típico en él: sin piedad.

Juan Carlos Ferrero, entrenador de Álcaraz, dijo su “actuación de hoy fue perfecta, increíble”.

Sobre el futuro inmediato de su pupilo, Ferrero señaló  “vivimos el día a día, es obvio que tiene el potencial de ganar muchos títulos, muchos Grand Slams.  Comparado con el jugador que fue en 2022, cuando ganó su primer US Open, en esta final de 2025 obviamente es un jugador con mucha más experiencia y sabe manejar los nervios. Es un jugador más trabajado, lee mejor los partidos, resuelve muy bien. Es agresivo, de ataque, se adapta a cualquier circunstancia de partido. Es muy bueno en mejorar en poco tiempo”.

Con su triunfo en Queens, Carlos Álcaraz Garfia suma su 6to Grand Slam (tiene 2 Roland Garros, 2 Wimbledon y 2 US Open) y recuperó también el número uno del ranking ATP.

Digno heredero de otro español que hizo vibrar a medio mundo: Rafael Nadal.

TRUMP PROVOCA CAOS EN EL US OPEN

Las extremas medidas de seguridad ocasionaron el retraso del partido (comenzó cerca de las 3pm en lugar de las 2pm). En las afueras y adentro del complejo Billie Jean King el público esperó horas para entrar. Muchos se perdieron los primeros sets. Llamó la atención el trofeo del campeón que fue colocado en el palco junto a Trump. Muchos pensaron que Trump entregaría el trofeo al campeón. No sucedió, para alivio de la mayoría presente.
En la ceremonia de premiación, Alcaraz y Sinner no se dirigieron a Trump.
La última vez que Trump visitó el US Open fue en 2015, para un partido entre las hermanas Venus y Serena Williams. Por entonces era propietario de una suite próxima a la cabina de ESPN. Es decir, para que siempre lo captara la cámara.