
Imagen de la portada del periódico QueensLatino, edición de enero del 2025. Diseño Ana Luisa Castaño
Por Javier Castaño. —
“Sigo siendo demócrata, pero voto republicano”, dijo Gloria Rojas Barrios el 6 de enero del 2025 cuando caía nieve sobre la ciudad de Nueva York. Como Rojas, miles de latinos votaron por Donald Trump el pasado noviembre. “Trump va a cambiar la economía del mundo y en Estados Unidos bajarán los precios y habrá más y mejores trabajos”.
Rojas votó por el republicano George W. Bush en el 2000 y por la demócrata Hillary Clinton en el 2008.
Se dedica a la finca raíz y dijo que durante la pandemia le había ido muy bien con la presidencia de Trump. “Es nuestro presidente y vamos a apoyarlo”, añadió Rojas.
Elisheva Correa, educadora y maestra jubilada de Queens, votó por el demócrata Barak Obama en el 2008 y desde entonces ha votado por Trump “porque tiene algo espiritual que atrae, además de experiencia, autoridad e hizo cosas buenas por este país”. Dijo tener varias amigas latinas que también cambiaron de afiliación política en los últimos años. “El Partido Demócrata ha perdido los valores familiares y hablan de progresismo e inclusión mientras perjudican a la niñez fomentando el homosexualismo y cambiando la historia”, dijo Correa en su hogar de Jackson Heights, Queens.

Trump visitó el año pasado El Bronx buscando el apoyo de los latinos y del reverendo Rubén Díaz, quien insultó a los inmigrantes tildándolos de criminales y atacó al juez Juan Merchan quien precedió el caso del dinero que pagó Trump para silenciar a la actriz de porno Stormy Daniels.
PATALEO DE AHOGADO
Los políticos demócratas siguen buscando excusas y argumentos para entender o justificar la paliza que les propinó Trump en las urnas. La ciudad de Nueva York sigue siendo demócrata, pero el año pasado se inclinó un 33% hacía el Partido Republicano.
La candidata demócrata Kamala Harris obtuvo aquí el 68% del voto, aunque muy por debajo de la ventaja de 53 puntos que logró Joe Biden hace cuatro años. En Queens, Trump obtuvo el 21.8% del voto en el 2016 y el año pasado ascendió al 38%.
Los políticos demócratas de esta ciudad están muy cómodos en sus puestos y no han hecho el trabajo de base con la comunidad. Son reelectos con mucha comodidad, no fomentan el debate, usan a las organizaciones comunitarias sin ánimo de lucro como escudos para atornillarse en el poder, no fomentan un nuevo liderazgo y tampoco son honestos en su discurso.
“Yo represento a mis constituyentes y actúo de acuerdo a las aspiraciones de la comunidad”, es la frase que escuchamos con frecuencia de los políticos.
“Sus intereses son los de la maquinaria política, el mundo corporativo y un grupito de amigos” dijo el empresario y activista Miguel Flores en conversación telefónica. “No hacen nada por la comunidad”.
La desconexión del Partido Demócrata a nivel nacional se refleja en la campaña de Voto Latino que registró 36.000 nuevos votantes en los seis meses previos a las elecciones presidenciales del 2025. Cuando Biden decidió no buscar la reelección y Harris lanzó la campaña, en menos de dos meses inscribieron más de 120.000 nuevos votantes demócratas. Es decir, reaccionaron muy tarde.
En la ciudad de Nueva York no hubo mucha movilización del Partido Demócrata, no apoyaron a las organizaciones de base ni tampoco crearon campañas de publicidad en los medios étnicos o comunitarios. Los estrategas políticos de Harris se limitaron a campañas en las redes sociales con celebridades y faranduleros. Una estrategia distante y poco efectiva.
Es cierto que Trump también ganó en los estados indecisos y que la ciudad de Nueva York es demócrata y no era necesario montar una gran campaña, pero nuestros legisladores bajaron la guardia. “Ojalá que este año de elecciones locales suban los brazos para que se cubran la cara y no terminen en el piso, otra vez”, dijo Carlos Alarcón cuando se desplazaba en el tren 7 hacia Manhattan.
Durante los debates presidenciales, Trump prometió deportar a inmigrantes criminales y que arreglaría la economía para bajar los precios de la canasta familiar. Harris divagó entre la agenda gay, la justicia social y la preservación de la democracia. “Se río a carcajadas, pero nunca debatió con hechos ni atacó a Trump por sus demandas sexuales o violación de la Constitución. Fue una candidata floja”, añadió Alarcón en la estación de Queensboro Plaza.
El mayor problema radica en que los demócratas generaron esta crisis política y ahora quieren apropiarse del discurso para hacernos creer que tienen la capacidad de sacarnos del problema. Por eso QueensLatino no los entrevistó para este artículo y decidió amplificar la voz de la comunidad.
Orlando Areiza trabaja en el Home Depot de la Northern Boulevard en Woodside, Queens. Dijo ser un ferviente votante, pero no votó en las pasadas elecciones a la presidencia porque “Trump es muy deshonesto y Harris manejó muy mal el tema de los inmigrantes”.
Liliana Melo, residente del área, tampoco votó en estas elecciones. ¿La razón? “Ninguno de los candidatos me dio confianza. El odio de Trump sólo genera división y a Kamala le faltó liderazgo”.
El activista Rodolfo Flores no siempre ha votado republicano y el año pasado Trump lo sedujo “porque es un hombre rudo y en este momento necesitamos un presidente que ponga orden, que retome el poder a nivel internacional y porque los demócratas no tienen ni plataforma”.
Hablando del orden internacional, Rolando Bini, activista de la Casa del Inmigrante, dijo que Trump “ha llegado a limpiar la cloaca que crearon los políticos en esta nación y como pacifista va a terminar con la guerra en Ucrania y la OTAN”. Bini no votó en las elecciones porque no es ciudadano estadounidense a pesar de ser residente legal desde hace 35 años.
“Mi voto fue por el candidato republicano porque la retórica demócrata es muy mala y engañosa, no cumplen sus promesas, y porque Trump le puede poner orden a inmigración y crear oportunidades para todos”, dijo Walter Sinche, director ejecutivo de Alianza Ecuatoriana Internacional. El voto de Sinche es muy significativo en la comunidad porque su activismo siempre ha estado ligado a la defensa de los latinos y ha trabajado para políticos demócratas del área.
Quien está ligada al Partido Demócrata como Líder del Distrito 39 Parte A es Yanna Enríquez. “Entiendo el disgusto de los latinos, aunque el Partido Demócrata siempre ha apoyado a nuestra comunidad”, dijo Enríquez en tono contemplativo. Enríquez debe enfrentar este año al político Hiram Monserrate por el puesto en el concejo de Nueva York que debe abandonar Francisco Moya este año.

En la Roosevelt y la calle 83, desde la izquierda, Richard Pacheco, Tony Díaz, Ramses Frías, Hiram Monserrate, Remón Ramírez-Báez y otro activista. Foto Javier Castaño

En el Golden Spring Adult Day Care, Lucila Rodríguez y Ligia Guerrero juegan fichas, y al fondo José Aparicio. Foto Javier Castaño
PROSTITUTAS Y MARIHUANA
En la Avenida Roosevelt de Queens las Chicas Chicas siguen ofreciendo su cuerpo, más de una década después que Moya y el entonces senador estatal José Peralta quisieron erradicarlas con leyes y conferencias de prensa.
La basura y el olor a grasa es más común en los andenes de esta avenida. El olor a marihuana marea a niños y ancianos. Las tiendas ilegales de artículos para fumar abundan en cada cuadra.
Y los políticos electos siguen insistiendo en que eso es lo que quiere el pueblo, sus constituyentes.
Rojas, Correa, Flores, Areiza, Sinche e inclusive Enríquez criticaron la política de inmigración de esta nación y el deterioro de la calidad de vida en la Avenida Roosevelt. Algunos aceptaron que influyó en su decisión de votar por Trump.
“La política de abrir la frontera y dejar entrar a tantos criminales para que desestabilicen este país debe terminar. En la Roosevelt se refleja esta crisis migratoria y por eso era necesario salir a protestar, a exigir que la ciudad limpie la Roosevelt”, dijo Rodolfo Flores.
Debido a las quejas de los residentes del área por varias décadas, a las demandas en la corte para cerrar los prostíbulos y a las más recientes protestas con acento religioso y politiquero, la gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams crearon un período especial de 90 días para “limpiar” la Roosevelt. Esta estrategia, que ha funcionado a medias, vence este 15 de enero.
“La policía se va a sentir más apoyada por Trump, aunque la gente está asuntada y por eso se ven menos inmigrantes en la Roosevelt y en el vecindario”, dijo Bini.
“Hay mucha gente linda venezolana, aunque también han llegado criminales, atracadores y rateros que se aprecian en la Roosevelt y deben ser retirados”, dijo Areiza. “No hay que abrir la frontera y dejar entrar a todo el mundo, a quien no conoces, y luego ofrecerles todos los beneficios”, dijo Correa.
Sinche dijo: “La situación de la Roosevelt sí influyó en mi voto por Trump porque los demócratas, progresistas o no, están lejos de representar nuestros intereses”.
La incompetencia de los políticos locales ha tenido la complicidad de organizaciones sin ánimo de lucro como Make the Road New York que todos estos años ha permanecido en silencio. De vez en cuando protestan para defender a la comunidad LGTBQ o pedir fondos.
Los políticos del área le deben una explicación a la comunidad sobre el por qué permitieron la apertura de decenas de tiendas ilegales de venta de marihuana. Este vecindario tiene enormes problemas de salud y esta rendija en la ley estatal es una herida más que sangra en la salud de los latinos. Silencio de complicidad.
Ante este vacío político, Monserrate y Ramón Ramírez Báez han tomado la vocería bajo la Coalición para el Mejoramiento de Roosevelt Avenue. Han realizado protestas y conferencias de prensa con el apoyo de grupos religiosos que culpan a Dios del deterioro de zona.
La más reciente conferencia de prensa fue en la Roosevelt y la calle 83 el martes 7 de enero, 8 días antes de que se venzan los 90 días del Operativo para Restaurar la Roosevelt, creado por la gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams.
“¿Cómo es posible que todavía hayan alrededor de 14 prostíbulos abiertos en las inmediaciones de la Roosevelt?”, se preguntó Ramírez. El mismo cuestionamiento que le hizo en una carta a Jessica Tisch, comisionada del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD) este 6 de enero.
“Hoy estamos dando a conocer más videos sobre estos burdeles que son el resultado del mayor desastre policial”, dijo Monserrate. “Para cerrar estos burdeles es necesario obtener una orden de la corte y no lo están haciendo porque no hay un interés político para ayudar a la comunidad”.
Las palabras de Monserrate dejan sin aire a los políticos electos del área que no saben cómo salirle al paso a este astuto político. Los inmovilizó y puso en evidencia su falta de liderazgo y unificación.
“Pero aquí todos son culpables, incluyendo a Monserrate y Ramírez que por muchos años estuvieron ausentes y ahora asumen este falso liderazgo porque quieren ser electos en las elecciones primarias del Partido Demócrata en junio de este año”, dijo Alarcón antes de bajarse en la estación de Vernon Boulevard del tren 7.
A pesar de la ausencia de liderazgo, hay latinos que son fieles al Partido Demócrata. En el Golden Spring Adult Day Care de la calle 81, a pocos pasos al oeste de la Roosevelt, se hallaban jugando fichas Lucila Rodríguez y Ligia Guerrero. “Siempre voto por el candidato demócrata sin importar quién sea, porque los republicanos son falsos y no ayudan a nadie”, dijo Rodríguez. “Yo no estoy de acuerdo con la forma de ser de Trump porque es un delincuente que fue hallado culpable en las cortes y un abusador de mujeres”, añadió Guerrero mientras movía fichas.
Al fondo, en otra mesa, se hallaba almorzando José Aparicio. Dijo que su voto es secreto y no le gusta hablar de política. “Hay una élite mundial que controla todo y su negocio es la venta de armas”, concluyó diciendo Aparicio.



