
Los derechos laborales y la compensación cobijan a todos los inmigrantes sin importar su estatus.
Muchas personas inmigrantes en Estados Unidos enfrentan obstáculos diarios debido a su estatus migratorio. Como abogada de inmigración, he tenido el privilegio de acompañar a cientos de personas en su lucha por una vida mejor. Sin embargo, algo que veo con frecuencia es que, cuando sufren un accidente ya sea en el trabajo o en la calle no saben que tienen derecho a reclamar una compensación económica, o sienten culpa por hacerlo.
Defender tus derechos no es motivo de vergüenza
Es común que las personas inmigrantes crean que no tienen derecho a acceder al sistema judicial. Algunas piensan que por no tener “papeles” no pueden hacer un reclamo legal, o que van a meterse en problemas si lo intentan. La verdad es otra: la ley protege a todas las personas dentro del país, sin importar su estatus migratorio.
Si sufriste una lesión por causa de un accidente, tienes el derecho de reportarlo y buscar compensación. Aunque el proceso pueda parecer difícil o incluso intimidante al principio, hay abogados y organizaciones dispuestas a ayudarte. No estás solo, y no estás haciendo nada malo al ejercer tus derechos.
¿Perjudico a alguien si presento una demanda?
Otra preocupación muy común es la idea de que al presentar un reclamo estás dañando a alguien más, especialmente si se trata de tu jefe, un compañero de trabajo o alguien conocido. Pero es importante entender cómo funciona el sistema: en la gran mayoría de los casos, es un seguro el que paga la compensación, no la persona o el negocio directamente.
Sí, el nombre del demandado puede aparecer en los documentos legales, pero eso no significa que ellos estén pagando de su bolsillo ni que esto les arruinará la vida. Tú estás ejerciendo un derecho legítimo, no atacando a nadie.
Incluso las lesiones pequeñas importan
No necesitas haber sufrido un accidente catastrófico para tener un caso válido. A veces, una lesión aparentemente menor puede tener efectos duraderos en tu salud, tu trabajo y tu vida diaria. Lo mismo ocurre con los daños emocionales, que muchas veces son invisibles, pero igual de importantes.
En nuestra comunidad, hablar de “demandas” a menudo genera desconfianza. Se escuchan historias de “casos frívolos” o personas que solo quieren aprovecharse. Pero la verdad es que las personas buenas y honestas también sufren accidentes, y tienen todo el derecho de pedir ayuda.
Un abogado serio y con ética no va a presentar casos falsos o exagerados. Al contrario, te dirá con honestidad si tu caso es válido y cómo puedes avanzar.
Busca orientación legal sin miedo
Si has tenido un accidente, no esperes a que la situación empeore. Consulta con una abogada que pueda explicarte el proceso, proteger tus derechos y ayudarte a recuperar la compensación que tú y tu familia merecen.
No estás abusando del sistema. Estás usando el sistema, como es tu derecho.
Para orientación confidencial y en español, puedes comunicarte con la Dra. Bazán al (718) 478-8583.


