Scott Stringer, contralor de NYC, en foro comunitario y acompañado de algunos de sus empleados y de la asambleísta Catalina Cruz, al fondo. Foto Javier Castaño

“Dependemos de nuestros activistas y de aquellos que abogan por nosotros”, dijo Scott Stringer, contralor de la ciudad de Nueva York. Así se expresó el pasado miércoles durante un foro comunitario en el auditorio del Hospital Elmhurst, en Queens. “El objetivo de mi oficina es fiscalizar a las corporaciones y vigilar hacia dónde va el dinero de la ciudad de Nueva York”.

Asistieron alrededor de 150 personas, en su mayoría nepalíes, quienes hicieron preguntas sobre el futuro del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los inmigrantes de esta comunidad. Entre el público hubo muy pocos latinos.

También hubo preguntas sobre el sistema de transporte MTA, el llamado ‘congestion pricing’, la educación pública, financiación de viviendas para las personas en riesgo de desalojo, los desamparados y el sistema carcelario de Rikers Island. El contralor Stringer dijo que el Departamento de Educación debería de ser más responsable.

“Queens es el condado más diverso, se hablan más de 200 idiomas y posee grandes problemas de educación y salud en gran parte porque no recibe el dinero de la ciudad y del estado que debería de recibir”, dijo Stringer.

La senadora Jessica Ramos asistió al evento por media hora. “Nos deben 40 millones de dólares que son para obras públicas”, dijo Ramos refiriéndose a sus intenciones de mejorar la educación pública en este condado.

La asambleísta Catalina Cruz también acompañó al contralor Stringer al final del foro y habló sobre la importancia de “otorgarle mejores servicios a la comunidad inmigrante de la ciudad de Nueva York”

Stringer es el candidato más fuerte para sustituir al alcalde Bill De Blasio a quien criticó en dos ocasiones.  “El alcalde De Blasio cometió un grave error al separar las comunidades inmigrantes”, dijo el contralor Stringer refiriéndose al déficit de estudiantes de color en escuelas especializadas. También atacó al alcalde De Blasio por favorecer a las grandes corporaciones de construcción.

Walter Cúllispuma de la empresa de construcción Master Immigrants, cuestionó el por qué los sindicatos no permiten que los indocumentados trabajen y ganen el mismo salario que los sindicalizados. La respuesta del contralor Stringer no fue muy clara.

El auditorio del NYC Health + Hospitals/Elmhurst se llenó durante el foro comunitario organizado por Scott Stringer, contralor de NYC.

“Sin la inmigración la ciudad no tendría economía y el presidente Trump le está haciendo daño a esta ciudad”, dijo el contralor Stringer para ganarse los aplausos del público, en su mayoría inmigrantes recién llegados. “Desde que Trump asumió la presidencia, los casos de deportación han aumentado en 150 por ciento”.

El contralor Stringer dijo que su oficina ha representado a los inmigrantes que han trabajado en construcción y no les han pagado sus salarios. “También queremos que todos los inmigrantes reciban licencia de conducir sin importar su estatus”.

Sobre la cárcel de Rikers Island, el contralor Stringer dijo que debe acabarse porque “es muy vieja y muy grande y tiene muchos problemas administrativos”.

Danny Mendoza