Por Valerie Calderón —
Belkis Perdomo recorre todos los días varios vecindarios y tiendas de Queens junto a su esposo Vladimir Santamaría. Su objetivo es captar clientes y ofrecer degustaciones gratuitas de su producto estrella: pasteles hojaldrados colombianos.
Ambos son oriundos de Bogotá, Colombia. En esa ciudad suramericana gestaron sueño: ser emprendedores y vivir de su propio negocio. Aunque aún no tenían claro cómo podían empezar o qué podían vender que fuese rentable.

Foto de los pasteles hojaldrados tomada de Instagram @dulcegarden_ny
La aventura comenzó cuando su esposo tuvo un antojo de estos pasteles populares en su país natal. Cuando lo buscaban en panaderías colombianas, no los encontraban o no tenían el sabor que querían, por lo que era una buena idea prepararlos y ofrecerlos no solo a sus paisanos, sino a clientes en general.
“Empezamos a buscar recetas para hacerlos nosotros mismos, todo era prueba y error, nunca habíamos hecho nada de panadería, nos tocó investigar y llamar a amigos panaderos para que nos aconsejaran sobre qué podíamos hacer”, recuerda Perdomo mientras daba a degustar sus pasteles rellenos de pollo.
Fue así como dieron con su receta ideal luego de muchos intentos y noches sin dormir. Luego se encontraron con otra interrogante y una de las más importantes: “¿A quién se los venderemos, si no conocemos a muchas personas?”.
Desde que llegaron a EE.UU. se habían dedicado a trabajar en oficioscomunes. Perdomo trabajaba como niñera y Santamaría como taxista. Por esta razón no tenían mucha vida social y tampoco abundaban los posibles clientes para ofrecer sus productos.
“Nuestro primer pedido oficial fue para nuestros amigos colombianos, los probaron y dijeron que tenían sabor a Bogotá, aunque nosotros vendemos versiones pequeñas cuadradas y allá suelen venderlos grandes y triangulares”, dijo Perdomo.
Esta idea, que ahora es el sustento para su comida, renta y vehículo, es el resultado de un trabajo constante y con miras de superación.
“Emprender no es fácil y menos cuando conoces poca gente, ha sido un camino fuerte y duro, pero esto nos ha obligado a crear comunidad para nuestro negocio. Nuestros amigos nos envían contactos y ahora nos encargan pastelitos para eventos y para el consumo del día a día”, agregó Perdomo.
El negocio empezó con menos de $50, ya que utilizaron materiales que tenían en su casa. Poco a poco fueron adquiriendo lo necesario para mejorar su producto. En dos años esperan tener un local propio y continuar trayendo el sabor de Colombia a Nueva York. “Mi esposo es músico y nuestro sueño también es unir nuestras labores, de manera que mientras atendemos a los clientes, él pueda estar preparando un show musical”, dijo Perdomo emocionada por la idea de mezclar sus habilidades.
Dentro de este camino, lo más complicado para esta pareja emprendedora ha sido encontrar y emplear estrategias. Por ejemplo, demoraron tres meses en decidirse a salir a vender y encontrar una manera de preparar el producto rápidamente, ya que antes se quedaban hasta las tres de la mañana cocinando.
Los precios de los pasteles van desde $10 la bolsa de 15 unidades de un sabor o variados, a $30 la presentación para eventos de 50 unidades y $50 la caja más grande de 80 unidades.
Para el Día de las Madres esperaban agregar sabores nuevos y así ofrecer un menú más variado. Normalmente preparan los pasteles de pollo y dulce de guayaba, pero para las próximas festividades desean agregar dulce de leche, espinaca con queso y chocolate.
“El proceso de trabajar en este país nos empujó a este sueño y agradecemos que ahora podemos ser un ejemplo para nuestros dos hijos, antes no teníamos tanto tiempo para dedicarles y hoy en día agradecemos a Dios que podemos dedicarles la tarde porque trabajamos toda la mañana”, dijo Perdomo satisfecha porque ese día había vendido todo el producido.
Su cuenta de Instagram @dulcegarden_ny, por donde suelen recibir pedidos, cuenta con más de mil seguidores. Ambos definen este número como un logro en equipo, ya que sin duda le han puesto empeño a hacerse su propia publicidad y así aumentar el número de clientes.
Perdomo resaltó la importancia de ser un ejemplo a seguir para los nuevos emprendedores, quienes deben saber que aunque el camino a veces tiene piedras, siempre se puede salir adelante. “Me gustaría que vieran nuestro ejemplo, que supieran que deben seguir adelante por más adversidades que tengan, que no se rindan porque siempre pueden triunfar y lograr sus metas”, concluyó Perdomo.
Para ordenar estos pasteles, llame al 845-282-4889


