Alimentarse bien es posible, incluso llevando comida al trabajo, la ‘lonchera’.

Tengo un trabajo de tiempo completo, es decir 7 horas al día de lunes a viernes, 35 horas a la semana. Me toma más o menos 40 minutos ir de mi casa al trabajo. Por muchos años compré el almuerzo en lugares cercanos a mi trabajo, pero encontré varias desventajas a esta práctica: no es amigable con el bolsillo ya que sale muy costoso, fuera de casa las opciones saludables son muy escasas, generalmente la comida tiene exceso de sal, de grasa, no hay control de las porciones y la escasez de vegetales frescos es frecuente.

Como solución a esta situación, decidí empezar a preparar mi “lonchera” así como cuando íbamos al colegio. Y para que esta estrategia sea sostenible en el tiempo he aquí algunas sugerencias:

  1. Comprar una diversidad de paquetes de vegetales lavados y listos para consumir, como por ejemplo: arugula, espinaca, kale, zanahoria, brócoli, tomate, cebolla, limón para llevar y armar rápido una ensalada. Puedes empacarla en bolsas pequeñas. Puedes comprar un frasco de aceite de oliva pequeño y tenerlo en el trabajo para agregar a la ensalada.
  2. Que nunca falte la proteína: el domingo o la noche anterior, cocinar pollo, carne, lentejas, frijoles, garbanzos y dejarlos preparados y listos en la nevera para empacar en porciones tamaño lonchera.
  3. Llevar un aguacate.
  4. Me gusta mucho el arroz así es que preparo una olla que me alcance para la semana. En vez de arroz, se pueden cocinar papas, quinua, yuca o algún otro almidón para combinar con los otros dos macronutrientes. Incluso la arepa de maíz también puede ser una opción.
  5. Como postre fruta (preferiblemente frutos rojos)
  6. De bebida, agua. ¡A mí me encanta el agua con gas! Le puedes poner unas gotas de limón.

Con estas sencillas estrategias te podrás alimentar mucho mejor, sabes exactamente lo que te estás comiendo, ayudas a tu cuerpo a mantener un estado más equilibrado hormonalmente, menos inflamado, mantienes en control tu peso, te ahorras un montón de dinero y por consiguiente te sentirás menos ansioso. Suena interesante, ¿verdad?

En el caso que quieras “picar” algo entre comidas, que sea algún fruto seco: almendras, nueces, o una fruta como manzana o fresas con mantequilla de almendra. ¡Es una delicia!

Finalmente, es bueno tener una variedad de bebidas calientes a la mano, como té, café descafeinado (para las personas ansiosas), o cocoa, para preparar en el trabajo. Mantenerse hidratado durante el día es importante ya que disminuye la sensación de hambre y ayuda con la digestión de los alimentos.

¡Buen apetito!

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