Joshua Meza construye sus sueños ladrillo a ladrillo. Foto QueensLatino

 Por QueensLatino.  —   

Por más de nueve años, Joshua Meza ha sabido abrirse camino en la ciudad de Nueva York, una de las más exigentes y competitivas del mundo. Originario de Nicaragua, Meza llegó en diciembre de 2015 con el firme propósito de buscar una mejor vida para su familia y forjar un futuro con mayores oportunidades.

“Una de mis principales razones fue la situación en mi país de origen, pero también buscaba crecer en todos los sentidos”, dijo Meza. Desde su llegada, no dudó en adaptarse a las circunstancias, desempeñándose en múltiples oficios: cocinero, jardinero, animador de eventos, taxista y chofer de camiones. Sin embargo, encontró en la construcción su principal área de trabajo, donde hoy ejerce como electricista y especialista en lectura de planos.

Su jornada no termina ahí. De cinco a nueve de la noche dedica tiempo a su emprendimiento personal: HandyPro-NY, un negocio que ofrece servicios accesibles para pequeños proyectos en el hogar. “Mi objetivo es dedicarme en su totalidad a mis proyectos, a mi negocio de handyman y futuros negocios que tengo en mente. Espero, con la ayuda de Dios, hacerlos realidad a corto plazo”, dijo Meza.

El camino no ha sido fácil. Meza reconoce que vivir en Estados Unidos implica superar enormes dificultades que, en muchos casos, hacen que otros desistan. Aun así, destaca que su mayor logro ha sido alcanzar estabilidad en un país donde muchos creen que es imposible. “Lograr emprender algo y ver cómo poco a poco se va logrando es un triunfo. Pero mi mayor logro viene de Dios, porque sin él en mis planes, nada sería posible”, dijo Meza.

Padre de cinco hijos, Meza también valora el tiempo en familia. Disfruta cocinarles, atenderlos y compartir momentos con ellos. Al mismo tiempo, procura dedicar espacios a su vida personal y social, lo que considera parte esencial de su equilibrio.

Con visión de futuro, su mayor sueño es levantar una serie de empresas que le permitan alcanzar la anhelada libertad financiera y, al mismo tiempo, convertirse en un puente de oportunidades para otros migrantes que, como él, llegaron en busca de un sueño.

Respecto a la situación migratoria en Estados Unidos, Meza es crítico: “Es algo triste y desafortunado que el país más poderoso del mundo esté bajo el mando de personas llenas de ignorancia y racismo. Solo espero que el tiempo pase pronto y que llegue el día en que todo sea para mejorar”.

Con esfuerzo, fe y disciplina, Meza sigue demostrando que los sueños de los migrantes no solo son posibles, sino que se construyen ladrillo a ladrillo, proyecto a proyecto, hasta convertirse en una realidad palpable.