
Eliana Jaramillo pertenece a Make the Road y lucha por los derechos de los inmigrantes. Foto Alejandro Alemán Rivas
Por Alejandro Alemán Rivas —
La inmigración es uno de los temas más debatidos en la actualidad en Estados Unidos. En especial por la situación sociopolítica del país. Defender los derechos de los inmigrantes se ha convertido en un reto.
Tal es el caso de Eliana Jaramillo, de origen boliviano, quien llegó hace 38 a esta ciudad y ha trabajado como vendedora ambulante en Manhattan, donde en varias ocasiones ha recibido multas de más de mil dólares por no tener un permiso.
“Yo vine a la ciudad de Nueva York porque dicen que aquí es la ciudad de las oportunidades. Bueno, la verdad hay oportunidades, pero también hay mucha esclavitud para nosotros los latinos, los inmigrantes”, dijo Jaramillo.
A sus 67 años de edad expresa con profunda frustración no haber alcanzado los objetivos que se propuso al llegar a la ciudad, porque fue como “tropezar fuerte con una piedra y un golpe terrible haberme venido de mi país”, añadió Jaramillo.
Aunque siente que no alcalzó sus sueños por completo, asegura que a pesar de su edad continúa luchando para que otras personas no sufran lo que sufrió.
Por tal razón, dedica parte de su vida a la causa de la igualdad, la justicia y el cambio social. Después que la pandemia del COVID-19 afectó a los latinos, Jaramillo creyó que eso ayudaría a su comunidad a ser más unida. Sin embargo, “nos desunió”.
Dijo que ha visto más discriminación ahora que antes. Por esa razón es que está luchando en las calles, de la mano con muchas organizaciones y coaliciones para unir realmente a los latinos y a los inmigrantes.
“Nosotros como trabajadores, somos los que dinamizamos la economía de este país, así que trabajar no es un delito, es una honradez”, dijo Jaramillo. “Siento un gran cariño y respeto por Estados Unidos, porque me ha acogido”.
Otro objetivo de su lucha es que los vendedores ambulantes no tengan que ocultarse de la policía ni recibir multas tan elevadas por no contar con un permiso.
“Exigimos permisos para poder vender tranquilamente. Ya es tiempo”, dijo Jaramillo.
“Quiero que en Queens los inmigrantes puedan trabajar tranquilos y que reciban un buen salario”, concluye Jaramillo.



