Los inmigrantes que acaban de llegar, tienen problemas para buscar trabajos bien remunerados o terminan siendo estafados.

Por Daniel Parra / CityLimits  — 

Desesperados por encontrar trabajo, muchos inmigrantes pagan por adelantado a las agencias de empleo, sin saber que está prohibido exigir un pago antes de obtener un empleo.

Durante dos meses, José guardó todo lo que pudo de trabajos esporádicos para ahorrar $150 dólares, lo suficiente para pagarle a una agencia de empleo por tres oportunidades de encontrar un trabajo estable en la ciudad de Nueva York, a donde había llegado en julio de 2022 después de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.

“Preguntan por experiencia laboral, dominio del inglés, si tiene un permiso de trabajo y si prefiere pago en efectivo o con cheque”, dijo Jose, quien pidió que no se usara su apellido por temor a inmigración. “Dependiendo qué respondas, te ubican”.

Después de pagar $150 a Napoli Agencia de empleo en Jackson Heights, Queens, y no recibir ningún contrato ni recibo, a José le ofrecieron trabajar limpiando restaurantes en Flushing. Primero, le dijeron que el pago sería $80 dólares por lugar limpio, sin horarios específicos de entrada o salida.

En un trozo de cartón escribieron el nombre de José, el pago acordado, el nombre del posible empleador y la dirección de la entrevista, y con eso se dirigió al estacionamiento de un supermercado en Flushing. Estaba casi vacío, recuerda, solo una furgoneta blanca estacionada, así que le mostró el cartón con los detalles al conductor, quien le dijo que entrara al vehículo para la entrevista.

“Fue una entrevista por Google translate”, dijo José. Allí se enteró de que el pago sería menos de lo que le habían dicho: $70 dólares. No le gustó eso, y al empleador no le gustó que viviera en un refugio de Brooklyn, así que ambos declinaron.

City Limits habló con siete inmigrantes solicitantes de asilo que dijeron que habían pagado a las agencias de empleo entre $50 y más de $ 150 dólares con la esperanza de encontrar trabajo por debajo de la mesa.

Ninguno encontró trabajo y además pagaron antes de que obtuvieran un empleo, una práctica ilegal según el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador (DCWP).

La tormenta perfecta

Los inmigrantes en la ciudad de Nueva York han sido durante mucho tiempo vulnerables a estas estafas laborales. Durante el último año, la ciudad de Nueva York ha recibido a más de 100.000 inmigrantes y son más propensos a la explotación.

“Esta es la tormenta perfecta para los empleadores sin escrúpulos y las agencias de empleo sin escrúpulos”, dijo Hildalyn Colon-Hernandez, subdirectora de New Immigrant Community Empowerment (NICE). “No hemos visto la punta del iceberg”. Esta ciudad ha implorado que le otorguen permisos de trabajo a los solicitantes de asilo.

“¿Qué es más antiestadounidense que venir a este país y que te digan que no puedes trabajar?”, el alcalde Eric Adams dijo recientemente durante un evento comunitario.

El DCWP lanzó recientemente una campaña de divulgación, trabajando con organizaciones como NICE y proveedores legales individuales, para garantizar que los solicitantes de asilo conozcan sus derechos y las protecciones del consumidor a las que tienen derecho.

“Nuestra nueva campaña de divulgación está dirigida a las personas que buscan asilo debido a este riesgo creciente”, dijo a City Limits el portavoz de DCWP, Michael Lanza.

Al 30 de junio, había 257 agencias de empleo autorizadas en la ciudad de Nueva York, incluidas las agencias a las que hace referencia este artículo.

“Las agencias de empleo no pueden cobrar una tarifa antes de que se obtenga un empleo. Esto incluye pagar tarifas por adelantado por la ‘oportunidad’ de conseguir un trabajo”, explicó Lanza.

Jennifer, de 39 años, fue enviada primero a un trabajo como empleada doméstica, lo que requería que hubiera leído y estudiado la Guía para empleadas domésticas que trabajan en casas judías. No funcionó. Según Jennifer, trabajó en una casa solo dos días. La Golden Rose agencia de empleo no respondió.

En otro caso, Jeni, de 34 años, fue enviada a una fábrica textil donde pedían que hablara inglés a pesar de que había dicho al personal de la CMP Employment Agency que no lo hablaba. Después del segundo intento en un motel que ni siquiera solicitaba empleados, Jeni supo que quería que le devolvieran su dinero. Pero la agencia le dijo que tendría que ir a una tercera opción de empleo para recuperar solo el 60 por ciento de los $150 que había pagado.

Según la Ley de Agencias de Empleo del estado de Nueva York los recibos que emiten las agencias de empleo deben incluir un texto en letras mayúsculas y negritas indicando que “una agencia de empleo no puede cobrarle a usted, el solicitante de empleo, una tarifa antes de referirlo a un trabajo que usted acepte”.

¿Qué hacer?

Los inmigrantes que piensen que se violaron sus derechos como consumidores pueden presentar una queja ante el DCWP en línea, o llamando al 311. Los denunciantes no tienen que dar su nombre o estatus migratorio.

El año pasado, el DCWP recibió 130 quejas sobre agencias de empleo, realizó 81 inspecciones y emitió 22 citaciones. Pero las cifras de este año van camino de ser más bajas: se presentaron 40 denuncias entre enero y junio, se realizaron 17 inspecciones y sólo se han emitido dos sanciones.

“Debido a las dificultades causadas por el miedo a ser procesados por su situación, muchos trabajadores indocumentados no presentan denuncias”, dijo el portavoz de DCWP. “Esto dificulta la obtención de datos sobre la contratación de quienes tienen estatuto de asilo”.

Incluso cuando una persona en busca de empleo presenta una queja, los defensores lamentan que hallan dificultades para hacer cumplir la ley. “Las agencias de empleo no dan cuentas”, dijo Kazi Fouzia, directora de organización de Desis Rising Up & Moving (DRUM).