
Pero Alvarado como un rey en su restaurante y bar KWEEN de Astoria, Queens. Foto Jesús Guerra
Por Jesús Guerra —
Se sabe mucho de los éxitos, pero poco se habla de la parte difícil en la historia de un emprendedor, es especial si es inmigrante.
Este es el caso de Pedro Alvarado, un emprendedor venezolano que cumplió su más grande sueño: fundar su propio restaurante y lograr “el sueño de su vida” en la ciudad de Nueva York.
Alvarado recuerda cómo abrió su negocio poco tiempo después de la pandemia COVID-19, una época en que muchos restaurantes cerraron.
“Yo dije este es el momento para finalizar mi proyecto encerrado en mi casa. Es el sueño que siempre he querido, tener mi propio local, mi propio bar”, dijo Alvarado. “Un sueño que tenía desde que era niño y por el cual iba a luchar hasta alcanzarlo”.
La idea del emprendimiento de Alvarado puede inspirar a otros inmigrantes a reinvertarse porque es vivir. “Yo pequeñito jugaba con mi hermana, ponía una caja de cartón y decía ‘esta es mi casa en Nueva York’”, recuerda Alvarado. No fue fácil. Comenzó de lavaplatos y terminó de manager luego de muchos años de sacrificio.
El negocio se llama KWEEN, está colalizado en la 30 Avenida de Astoria, Queens, y es para servir en especial a la comunidad LGBTQ que necesita espacios en esta ciudad de oportunidades.
“Mi sueño es ver a la gente ingresar a mi restaurante, de todas las clases sociales, raza y género, familias enteras que desean disfrutar de mi lugar”, dijo Alvarado.
El bar y restaurante tienen diferentes actividades, noches latinas, bingos. Este verano planea realizar miniferias para que las personas del barrio puedan exhibir sus productos.
“Nunca se queden con una idea, nunca se echen para atrás. En la vida hay altibajos, en especial entre nosotros los inmigrantes, pero no paren de soñar porque los sueños se hacen realidad”, concluyó Alvarado.


