John Bolton tiene alma de belicoso y un temible historial con Latinoamérica.

La administración del presidente Trump le negó el TPS a los venezolanos para evitar “el desplazamiento masivo de inmigrantes de Venezuela a la frontera”. Además, firmó una orden ejecutiva para bloquear todas las propiedades de Venezuela en suelo estadounidense.

No llega a ser un embargo comercial total, pero pone a Venezuela a la par de países “enemigos” de esta nación como Corea del Norte, Irán, Siria y Cuba.

Todos los bienes e intereses en bienes del “gobierno en disputa” de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos están bloqueados y no pueden transferirse, pagarse, exportarse, retirarse ni negociarse de otra manera.

Autoriza a aplicar sanciones a las personas extranjeras que proporcionen apoyo, bienes o servicios a cualquiera de los que ya están en la lista negra, tanto del Tesoro como del Departamento de Estado. Apunta a intereses de empresas de países aliados como Rusia y Turquía, acusados de entregar logística al presidente Maduro. También restringe la entrada a Estados Unidos de personas cercanas a Maduro y familiares como su esposa Cilia Flores, y su hijo e hijastros.

Estados Unidos se negó a dar un permiso de residencia temporal a los venezolanos, conocido como TPS, para evitar que se convierta en un “imán” migratorio, según dijo el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en Lima, Perú, donde se estudia el futuro de Venezuela. Hay 59 países y la mayoría apoya a Juan Guaidó como el presidente de Venezuela.

Las declaraciones de Bolton vienen pocos días después de que el Senado rechazara un proyecto de ley que buscaba conceder el TPS a los venezolanos, una medida abanderada por los senadores Bob Menéndez y Marco Rubio.

Bolton criticó el diálogo que se está llevando a cabo en Barbaos. “No creemos que Maduro esté siendo serio con las negociaciones, está ganando tiempo y lo único que se debe negociar en Barbados es la fecha en la que Maduro saldrá del poder”.

Bolton eludió prestar servicio militar en Vietnam, pero apoyó esa guerra. También trabajó para las administraciones de los presidentes Reagan y Bush, fomentando guerras y matanzas en Centroamérica, lo mismo que está haciendo ahora con Venezuela, Irán, Corea del Norte y Rusia. Bolton siempre coloca por encima los intereses económicos de Estados Unidos, como el control del petróleo y los recursos naturales.