El precio de los productos básicos está por las nubes.

Los votantes estadounidenses coinciden en una cosa: el estado de la economía es prioritario para el futuro del país. Los altos costos de la vivienda, comida y la gasolina a causa de la inflación, provocan una preocupación generalizada.

Sin embargo, la percepción sobre la situación económica actual y las posibles soluciones están muy ligadas a las visiones contrapuestas de los dos principales aspirantes a la Casa Blanca: la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.

“Hay muchos problemas en este momento, pero cuando miras lo que está impactando a la familia promedio es el costo de vida. Todo ha subido… necesitamos atajar esos aumentos… no hay tiempo para quedarse al margen”, dijo a la Voz de América Zeenath Abplanalp, presidenta del grupo de Mujeres Republicanas de Charlotte, Carolina del Norte.

Datos del Centro de Investigaciones Pew apuntan a que un 73 % de los estadounidenses ve a la economía como un tema prioritario, una tendencia que se ve reforzada entre los republicanos (84 %), frente a un 63 % entre los demócratas.

“Creo que muchos estudiantes están pensando en graduarse, poder conseguir un buen trabajo y poder pagar la renta”, dijo a la VOA Chloe Decker, una estudiante universitaria de Duke, nacida en un área rural de Carolina del Norte.

¿La economía en EEUU va bien? Depende de a quién preguntes

En los últimos meses, la inflación en EEUU cayó un 6 % después de llegar a índices históricos a inicios de 2023. El PIB se ha recuperado y las cifras de desempleo muestran los números más bajos de los últimos cinco años. Aún así, la mayoría de los estadounidenses continúan preocupados por los precios de los alimentos. A un 63 % le inquietan los altos costos de la vivienda, muestra el Centro Pew.

Solo un 28 % de los encuestados ve el desempeño de la economía de EEUU como “buena”. Estas cifras, aunque bajas, representan un aumento del 9 % desde abril de 2023, cuando la percepción de los estadounidenses sobre el tema era aún peor.

El país norteño tampoco es el peor parado. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional en abril, sitúan la inflación en EEUU en un 2,8 %, en un claro contraste con naciones como Venezuela (200 %) y Argentina (93,7%), junto a Rusia (6,3 %), Brasil (4,5 %) y Alemania (3,5 %).

Un estudio de CBS News encontró que mientras que el 65 % de los estadounidenses consideraban el desempeño de la economía durante el mandato del expresidente Trump (2017-2021) como “bueno”, ahora apenas un 38 % lo tilda como tal, sobre todo teniendo en cuenta que Biden logró evitar una recesión casi segura en 2023.

Expertos insisten en que en esta desconexión influye la percepción de la economía previo a la pandemia de COVID-19 y también, en parte, la cobertura mediática contradictoria que consumen demócratas y republicanos.

Además de favorecer al sector petrolero, Trump también ha prometido que incrementará los aranceles a los productos chinos. Sin embargo, economistas apuntan que esto podría aumentar los precios para consumidores en EEUU.

La Ley de Reducción de la Inflación firmada por el presidente Biden en 2022 no ha tenido aún los efectos deseados -según él mismo ha reconocido-, aunque tiene potencial de reducir las tarifas de electricidad un 9 % y los precios del combustible en un 13 % para 2030, a través de incentivos fiscales y estrategias de energía limpia.

A pesar de las promesas de controlar la inflación y la responsabilidad que el público pone sobre la Casa Blanca, la realidad es que el presidente tiene muy poco control sobre la marcha de la economía y la inflación. La Agencia de la Reserva Federal es quien toma las riendas en este caso y sus decisiones son independientes a las de la presidencia. VOA