El narrador de hípica Darwin Vizcaya durante el Kentucky Derby. Foto cortesía

Por QueensLatino.  —   

En el 2015, Darwin Vizcaya llegó a la ciudad de Nueva York con una maleta llena de sueños, su esposa embarazada y dos hijos pequeños. Venía huyendo de la persecución política en Venezuela, donde su voz crítica en un programa de radio lo enfrentó directamente con el régimen de Nicolás Maduro. “Tuve que salir de emergencia”, recuerda.

Así comenzó la travesía de un hombre que pasaría de lavar platos en un restaurante a convertirse en la voz oficial en español de las carreras de caballos más prestigiosas del mundo.

Su primer trabajo en Estados Unidos fue como dishwasher y repartidor. “Lavaba platos y hacía delivery para ganar un poco más”. Sin embargo, ese trabajo, lejos de desanimarlo, lo impulsó a descubrir una nueva versión de sí mismo. “Conocí al Darwin Vizcaya que se enfrenta a la adversidad y logra derrotarla”, dijo Vizcaya.

Su gran oportunidad llegó en 2017, cuando se convirtió en la voz en español de la New York Racing Association, el emblema de la hípica estadounidense. “Nunca había narrado hípica en Venezuela, así que fue algo maravilloso. No era trabajar, era vivir de lo que amo”, añadió Vizcaya.

Pero la pandemia de 2020 frenó su ascenso: el canal en español cerró y Vizcaya se sintió derrotado. En medio de la tristeza, decidió invertir en su pasión y compró su primer caballo. “Salió una yegua grandiosa llamada Mi Llamita, y ganó. Luego vino Sara Mía, y también ganó. Entendí que podía ser empresario sin dejar de amar lo que hago”, recuerda Vizcaya con entusiamo.

En el 2021 su carrera renació. Fue elegido la voz oficial de la Breeders’ Cup, el campeonato más importante del mundo. Un año después, logró lo que parecía imposible: narrar el Kentucky Derby, donde el jinete venezolano Sonny León hizo historia al ganar la carrera. “Fue casi perfecto, ese día Dios estaba en ese caballo. Yo estuve ahí, narrando para mi país”, dijo Vizcaya.

Hoy, no solo es un referente de la hípica, sino también un defensor del idioma español. “Hay miles de personas que sienten vergüenza de hablar español. Eso me entristeció. Hablar español es un tesoro”, afirma con convicción. Su misión, dice, es inspirar a las nuevas generaciones de inmigrantes a sentirse orgullosas de su idioma y sus raíces.

Su historia es también un mensaje de esperanza para quienes llegan a Estados Unidos con miedo y sueños pendientes. “Muchos inmigrantes tienen le miedo al éxito. Pero si viniste a este país con un sueño, lucha por él. Si fracasas, no importa. Lo más importante es no rendirse”, dijo Vizcaya.

Hoy, mientras sigue narrando las carreras más importantes del mundo y construyendo su propia marca, “Hablan los Caballos”, Vizcaya no olvida su origen ni su meta más íntima: “No me puedo morir sin narrar una carrera en mi país. Algún día volveré a Venezuela, aunque sea para cumplir ese sueño”.