
Manuel Castro, comisionado de MOIA, hablando esta semana sobre el costo social de la crisis migratoria.
“Los nuevos inmigrantes que buscan asilo han creado una crisis humanitaria en la ciudad de Nueva York”, dijo Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Salud y Recursos Humanos de la ciudad de Nueva York. “Los seguiremos apoyando, pero no podemos hacerlo solos”.
La vice alcaldesa Williams-Isom habló el miércoles de esta semana sobre la crisis migratoria que está afectando la administración del alcalde Eric Adams que está tratando de acomodar a los inmigrantes recién llegados en hoteles, universidades y refugios, o tratando de enviarlos a otras ciudades del estado en donde no son bienvenidos.
La ciudad acudió a la corte el pasado martes 23 de mayo
para adaptar la Ley Callahan de 1981 que obliga a la ciudad a dar refugio a individuos y familias. También busca más ayuda monetaria del gobierno federal y de la administración del presidente Joe Biden.
Con respecto a la Ley Callahan, el jefe de abogados de la oficina del alcalde, Brendan McGuire, dijo que “la ciudad no pretende acabar con el derecho a refugio, sino mayor claridad y flexibilidad ante esta crisis que es particular y muy diferente a hace 40 años. No pretendemos darle la espalda a los inmigrantes, cerrar los refugios o evadir nuestra responsabilidad”.
La vice alcaldesa Williams-Isom dijo que cuando esta administración asumió las riendas de la ciudad, habían 45.000 desamparados y que esta cifra ha sido rebasada por el número de inmigrantes buscando asilo político que pasa los 70.000.
Luego dio más datos: hay 44.700 inmigrantes recibiendo auxilio y se han abierto más de 150 refugios de emergencia, incluyendo 9 centros de ayuda humanitaria.
“Hasta el 30 de abril de este año la ciudad ha invertido 1.000 millones de dólares en refugio, atención médica, comida y servicios sociales. Para el primero de julio esta cifra ascenderá a $1.4 mil millones y dentro de un año el total ascenderá a $4.3 mil millones de dólares”, dijo Jacques Jiha, director de manejo de presupuesto del alcalde Adams.
La ciudad ha recibido un promedio de 40 familias por día, cuyo costo asciende a $320 por día por cada inmigrante. Se espera que a partir del mes de mayo, el promedio de familias inmigrantes ingresando a esta ciudad ascienda a 188 por día.

Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Salud y Recursos Humanos de NYC habló del costo en dólares de esta crisis migratoria.
“El gobierno federal nos ha ayudado con $38.5 millones, FEMA nos dio $8 millones el pasado diciembre, el estado un billón y otros $30.5 millones del dinero destinado a las ciudades a nivel nacional”, añadió Jiha. “Esos 38.5 millones de dólares sólo sirven para cubrir los gastos de 5 días de los inmigrantes indocumentados”.
Para empeorar las cosas, los directivos de esta ciudad anticipan una recesión o desacelere de la economía para finales de este año.
Manuel Castro, comisionado de la Oficina del Alcalde para Asuntos del Inmigrante (MOIA), dijo que “la ciudad está en un punto de quiebre” y sin la ayuda del gobierno federal “será algo insostenible”.
Castro dijo que la ciudad no quiere que los inmigrantes, aquellos que acabaron de llegar o quinees llevan varios años indocumentados, terminen viviendo en la calle.
“Necesitamos una reforma de inmigración, permisos de trabajo y que le otorguen el TPS a ciertas nacionalidades de inmigrantes, como la venezolana o de Africa Occidental”, dijo Castro. “Como lo he dicho en repetidas ocasiones, el destino de quienes buscan asilo político está en las manos del gobierno federal”.