Por Javier Castaño

Los bancos están discriminando a los pequeños negocios con el dinero que el gobierno federal dispuso para mitigar el impacto económico del Coronavirus. Están favoreciendo a sus clientes más ricos, quienes reciben trato VIP y ni siquiera tienen que llenar la solicitud. Los dueños de restaurantes, bares, salones de belleza y tiendas locales de Queens no han recibido un solo dólar, como es costumbre.

“Necesitamos la ayuda del gobierno con urgencia porque nuestros clientes han bajado en un 70 por ciento, no tienen dinero y nosotros tenemos que seguir pagando la renta, la luz, el gas y los empleados. Así no sobreviviremos”, dijo Marcelo Kouyoumdjian, propietario del restaurante y panadería La Elegancia de la 37 avenida y calle 89 de Jackson Heigths, Queens.

El primer paquete de ayuda de 349 mil millones de dólares era para apoyar a 30 millones de pequeños negocios en esta nación como La Elegancia. Pero JPMorgan Chase, Citibank y U.S. Bank le dieron el dinero a sus clientes más solventes. El dinero era para quienes lo solicitaran primero, en orden de llegada, pero los pequeños negocios de las minorías fueron excluidos.

Bank of America, Wells Fargo, JPMorgan Chase y US Bank fueron demandamos el domingo 26 de abril por un grupo de pequeños negocios que fueron discriminados en la asignación del primer auxilio financiero del gobierno conocido como PPP.

Marcelo Kouyoumdjian, propietario del restaurante y panadería La Elegancia. Foto Javier Castaño

Ana María Bazán,

La abogada Ana María Bazán, especializada en inmigración y cuya oficina se halla en la calle 82 con la 37 avenida de Jackson Heights, dijo que el Bank of America, donde tiene su cuenta, no le ayudó a obtener el préstamo y dijeron que estaban muy ocupados “tramitando” los préstamos PPP. El Ponce Bank y la organización Business Outreach Center (BOC) le están tratando de ayudar para reabrir su oficina. “Es horrible e irónico lo que están haciendo los bancos”, dijo la abogada Bazán.

“Quiero una investigación exhaustiva de la forma como se entregó este dinero. El gobierno le debe una explicación a los pequeños negocios, empleados y familias que han sido afectados por el Coronavirus”, dijo el congresista Adriano Espaillat. El dinero era un regalo o préstamo para nuestros pequeños negocios que están sufriendo y no permitiré que los excluyan”.

Pedro Zamora, propietario de los centros nocturnos LaBoom en Queens, Stage 48 en Manhattan y otros seis establecimientos en Estados Unidos, dijo que la industria del entretenimiento será la última en regresar después de esta pandemia. “Esto ha sido catastrófico, como una película de terror y ojalá podamos comenzar a reabrir en julio”, dijo Zamora, quien ya despidió al total de sus 300 empleados.

Los contadores de Zamora están tratando de obtener los préstamos del gobierno para algún día reabrir los locales. “Citibank nos dijo que estamos aprobados, pero Bank of América no ha resuelto nada. Seguiremos luchando por nuestros negocios y colocando primero la salud de nuestros clientes y empleados”, dijo Zamora.

Pedro Zamora, propietario de LaBoom y Stage 48 en Nueva York. Foto Javier Castaño

Por ejemplo, los clientes del Citibank con cuentas superiores a los $25 millones, ni siquiera tuvieron que llenar la solicitud y ya están recibiendo sus cheques. De los 6,573 préstamos que aprobó este banco por un total de 1,100 millones de dólares, solo 5 fueron para clientes pequeños por un total de $25 millones.

Más del 90% de los clientes privilegiados de Chase recibieron el dinero del gobierno, mientras que solo una de cada 15 empresas pequeñas fue aprobada.

Además, estos bancos hicieron que las solicitudes por Internet fueran complicadas y nunca respondieron las llamadas como es debido.

Los bancos dividen sus clientes en pequeños negocios (retal) y comerciales. Estos últimos tienen trato preferencial y su información está lista para procesar cualquier transacción o solicitud. A los pequeños empresarios les ponen trabas y excusas.

El JPMorgan otorgó 8,500 préstamos, casi el total de sus clientes comerciales que solicitaron los préstamos. Un total de 300,000 pequeños negocios solicitaron préstamos por intermedio del Chase y sólo 18,000 fueron aprobados. El Chase fue el que más solicitudes aprobó de los pequeños negocios para un total de $14,000 millones de los $36,000 millones que solicitaron.

Patricia Wexter, vocera de JPMorgan, dijo al periódico New York Times que “trabajamos con la Administración de Pequeños Negocios (SBA) y el Departamento del Tesoro para agilizar el volumen y el proceso manual con el fin de servir a los pequeños negocios”.

Los bancos han prometido que aprobarán más préstamos para los pequeños negocios en el segundo auxilio del gobierno federal que fue aprobada el 21 de abril. Asciende a 320 mil millones de dólares y 60 mil millones son para pequeños negocios e instituciones financieras locales.

Zoilo Nieto de ZONI. Foto Javier Castaño

“Ojalá que así sea y corrijan los errores del pasado porque los pequeños negocios necesitamos ayuda”, dijo Zoilo Nieto, propietario ZONI Language Centers para la enseñanza del inglés. Nieto dijo que está esperando la aprobación del SBA y han comenzado a dictar clases por Internet, “otorgando becas y ofreciendo descuentos”. Su objetivo es seguir funcionando hasta cuando den la orden de reabrir, poder mantener a los empleados y favorecer a los estudiantes.

A partir del sábado 2 de mayo, ZONI comenzará a distribuir canastas de víveres a sus estudiantes y familias para ayudar a calmar el hambre. “Todos tenemos que ayudarnos para sobrevivir como comunidad”, dijo Nieto.

Pero los bancos no funcionan de esa manera. Luego de la crisis hipotecaria causada por los bancos hace más de una década, fueron los mismos bancos los que recibieron el auxilio del gobierno y nunca ayudaron a las familias que perdieron sus viviendas en vecindarios pobres y de clase media. Al final, sus presidentes y CEOs recibieron bonos millonarios con el dinero del gobierno y ninguno fue a la cárcel.

“Los bancos no deben dar tratos preferenciales. El 80% de los pequeños negocios tienen solo un empleado, el dueño, y entre los afroamericanos el porcentaje es del 90%”, dijo Marc Morial, director en jefe de National Urban League que aboga por los derechos civiles y tiene su sede principal en la ciudad de Nueva York. “No es justo que los préstamos se los otorguen a quienes tienen mejores conexiones con el banco”.

El banco Santander tiene dos sistemas para tratar a los clientes y darles tratos preferenciales, como descubrió Nadeige Choplet, dueña de una galería en Brooklyn. Cuando amenazó que retiraría la cuenta sino le otorgaban el préstamo, el banco inmediatamente procesó su solicitud de manera manual. “Me mintieron”, dijo Choplet.

U.S. Bank recibió miles de solicitudes y eso requiere que sus empleados tomen tiempo para revisar la documentación. Entonces seleccionaron los clientes más lucrativos y les ayudaron a obtener el dinero porque era más fácil. Este banco declinó comentar y ahora está demandado.

El First Horizon Bank otorgó $1,600 millones y menos de la mitad del dinero fue para pequeños negocios como salones de belleza y restaurantes. “Todos nuestros clientes recibieron asistencia personalizada”, dijo Silvia Alvarez, vocera de este banco.

Los negocios llevan casi dos meses cerrados y necesitan la ayuda del gobierno. Foto Javier Castaño

Otro problema que enfrentan algunos pequeños empresarios latinos es su informalidad. Es decir, no tienen la documentación requerida, prefieren el efectivo para esconder ganancias o no pagan impuestos. Y ante esta situación de favoritismo, prefieren no criticar a los bancos para evitar seguir siendo discriminados.

Eduardo Giraldo, presidente de Abetx.

“Parte del problema es que la ciudad y el estado de Nueva York no han asesorado bien a los pequeños negocios en cuanto a la información financiera y la barrera del idioma en la obtención de los préstamos PPP”, dijo Eduardo Giraldo, propietario de la empresa de seguros Abetx. “La definición del SBA de ‘pequeño negocio’ es muy amplia e incluye a empresas con 1,500 empleados y 50 millones en ventas. Acepta a empresas públicas con millones de dólares y discrimina a las empresas pequeñas de nuestro vecindario”.

Giraldo quiere que los bancos dejen de engañar a los clientes minoritarios, que respeten el ‘Acta de Reinversión en las comunidades locales’ y que la gente deje de comprar en tiendas en cadena y apoye los negocios locales con orientación familiar.

“Favorecieron a los clientes más solventes, cambiaron el orden de llegada de las solicitudes y ahora quieren entregarle esta segunda asignación de $320,000 millones a sus clientes más adinerados porque el proceso es más fácil y ganan más comisión”, concluyó un comerciante de Queens que prefiere no ser identificado. “Es un acto criminal y nadie quiere hablar de esto. Los bancos nos siguen robando el dinero”.

Javier Castaño es el fundador y director de QueensLatino