Eric Adams, alcalde de Nueva York con cartel de agradecimiento. Foto alcaldía NYC

Por Eric Adams, alcalde de Nueva York.  —   

La semana pasada, el equipo de liderazgo senior de nuestra administración se reunió para celebrar los avances históricos y los logros duraderos alcanzados durante los últimos cuatro años. Reunir a este equipo diverso y experimentado de empleados públicos comprometidos, provenientes de todos los orígenes y de todos los distritos, fue un logro en sí mismo. Esta fue la primera administración en contar con cinco vicealcaldesas mujeres, así como con la primera y la segunda mujer comisionada de policía de la ciudad. Tuvimos al primer vicealcalde dominicano, a la primera vicealcaldesa filipina, al primer vicealcalde de origen indio del este y al primer vicealcalde persa, una administración que refleja a la ciudad a la que representa y que ha cumplido con Nueva York todos los días.

Quiero agradecer a todas las personas que asumieron la responsabilidad de construir una ciudad mejor y que lo hicieron realidad mediante todas las acciones posibles. Cuatro años después de asumir el cargo en medio de una pandemia y una ola de delincuencia, hoy podemos afirmar con confianza: Nueva York nunca ha estado más fuerte que ahora. Récords en empleo, vivienda, pequeños comercios, inscripción en educación temprana, inversiones para personas sin hogar, seguridad y mucho más.

Los últimos cuatro años han demostrado lo que es posible lograr cuando los empleados públicos se comprometen y trabajan en colaboración para implementar políticas sólidas. Estas victorias fueron el resultado de un liderazgo inteligente y enfocado, basado en el sentido común y en soluciones razonables y responsables. Este enfoque “radicalmente pragmático” es lo que ha hecho posible cuatro años de reducción del delito y cuatro años de una expansión económica sin precedentes. Es la manera en que se abre camino a una nueva generación de viviendas y se transforma el enfoque sobre la falta de vivienda y la salud mental. Es como se reduce el costo del cuidado infantil y se aumenta la esperanza de vida promedio de los neoyorquinos. Es como se mejoran los resultados académicos de los estudiantes y se mantienen nuestras calles y parques limpios, verdes y sin ratas. Así fue como cumplimos, y así es como dejaremos una Nueva York más segura, más fuerte y más resiliente que nunca.

La ciudad grande más segura de Estados Unidos ahora es aún más segura. Me enorgullece que, durante nuestra administración, hayamos dejado a la ciudad con la menor cantidad de tiroteos registrada en su historia. La seguridad pública fue la base de la prosperidad, y batimos récords históricos en empleo y en pequeños comercios en nuestra ciudad. Y luego lo volvimos a hacer… una y otra vez.

La vivienda se había convertido en un problema generacional que limitaba las oportunidades de la clase trabajadora. Es por eso que tomamos medidas y sentamos las bases de un futuro más justo y asequible. Después de 60 años de desvíos y demoras, aprobamos la legislación a favor de la vivienda más ambiciosa en la historia de la ciudad. Convertimos a Nueva York en una “Ciudad del Sí”, y en los próximos años, miles de neoyorquinos se mudarán a viviendas nuevas, seguras y asequibles, gracias al trabajo que hicimos juntos.

Pusimos las necesidades de la clase trabajadora en el centro de cada decisión y devolvimos $30 mil millones a los bolsillos de los trabajadores mediante políticas inteligentes diseñadas para generar un impacto inmediato. Estas incluyeron reducir el costo del cuidado infantil subsidiado en más del 90%, condonar deudas médicas, reducir impuestos para los neoyorquinos de bajos ingresos, brindar internet de banda ancha gratuito a 330.000 residentes de la Autoridad de la Vivienda de la Ciudad de Nueva York (New York City Housing Authority, NYCHA), y más. Lo hicimos con una gestión fiscal responsable, lo que permitió dejar a la ciudad con las mayores reservas presupuestarias de su historia.

Quiero agradecer a cada empleado público que trabajó incansablemente para mantener a Nueva York como la mejor ciudad del mundo, una ciudad capaz de estar a la altura de nuestros ideales y de apoyar a quienes más lo necesitan, personas como mi madre, Dorothy Mae Adams, una madre soltera que tuvo varios empleos para criar a sus seis hijos. Ella nunca dejó de luchar por darle a su familia una vida mejor y, durante los últimos cuatro años, nosotros tampoco dejamos de luchar por hacer lo mismo por los neoyorquinos y sus familias.

Gracias a nuestro equipo de liderazgo, a todo el personal de la Alcaldía y a los cientos de miles de empleados municipales de todas las agencias que ayudaron a convertir todos estos logros históricos en una realidad para la clase trabajadora de Nueva York. Ustedes cambiaron las reglas del juego en cuanto a seguridad y espacios públicos, educación y economía, atención médica, personas sin hogar y vivienda. Su trabajo ha transformado nuestra ciudad para bien y perdurará con el tiempo.

Sobre todo, gracias al pueblo de la ciudad de Nueva York por elegirme su alcalde. Ha sido el honor más grande de mi vida, y el trabajo que hicimos juntos ha sentado las bases para una ciudad mejor, más segura y más asequible en el futuro.