
César Santander en una calle de Queens luego de un árduo día de trabajo en construcción. Foto Joseph Albán
Por Joseph Albán —
“Llegué hace un año a la ciudad de Nueva York y durante los primeros meses tuve que buscar la manera de obtener mi licencia de construcción de OSHA para poder trabajar de forma adecuada”, dijo César Santander. Caminaba por la calle 111 de Corona, Queens, con su morral de herramientas en la espalda y una bandana verde para protegerse del intenso sol de verano.
Santander se desempeña como ayudante de construcción en el área de Glasier, colaborando en la instalación de vidrios y estructuras tanto en el exterior como en el interior de las edificaciones.
En Latinoamérica se dedicaba al transporte de carga pesada. En esta nación, Santander busca construir su nuevo futuro en este renglón de la economía. Está estudiando con el fin de obtener su diploma de secundaria y luego solicitar las licencias necesarias para su antiguo oficio de transporte de carga pesada.
“Este es un país donde no te puedes estancar. Es un lugar de primer mundo donde es fundamental alimentar la mente y adquirir nuevos conocimientos cada día”, dijo Santander. “No recomiendo que traigan a los familiares de manera ilegal ya que es muy peligroso y la familia no se merece ese riesgo”.
Al reflexionar sobre cuánto tiempo planea quedarse en este país, Santander dijo que no tiene una respuesta clara, ya que todo depende del esfuerzo y trabajo que realice diariamente para alcanzar sus objetivos y de la suerte que ojalá lo acompañe.
“Vine con la intención de ayudar a mi familia y buscar un mejor futuro para mis hijos, con el spropósito de brindarles una buena educación”, añadió Santander.
Su mensaje para la comunidad latina es claro: “Estudien y aprendan el idioma inglés porque esto ayuda a conocer gente nueva y abre puertas a diversas oportunidades, además de mejorar los trabajos y los sueldos. Aquí se viene a trabajar y no a desperdiciar la vida”.
Es posible que cinco años no sean suficientes para Santander. Primero tiene que solucionar su situación de inmigrante, obtener sus documentos y luego planea traer a su familia.
“Es un proceso complicado y largo”, dijo Santander rumbo a su casa y después de un largo día de trabajo.

