Por Mauricio Hernández

A Francisco Díaz lo cautivan los aromas, sabores, olores y la textura del buen comer. Nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana y lleva 23 años viviendo en Nueva York. Con su socio y pareja Patrick Duong, ingeniero de sistemas, abrieron hace cuatro años la tienda de vinos Addictive Boutique Winery y luego el restaurante de tapas/bar que se  está ampliando este verano hasta la esquina de Northern Boulevard y la calle 87 de Jackson Heights, Queens.

¿Quién fue su inspiración?

Mi padre, militar, murió a los 41 años, y mi mamá, cocinando pastelitos para vender en la escuela y haciendo bocadillos para grandes eventos, tomó las riendas de la familia y así pudimos estudiar carreras universitarias mi hermano y yo. Ahora nuestro negocio está creciendo con una variedad de tapas que conservan la magia española y otros ingredientes importados de Francia e Italia. Con Patrick trabajamos hombro a hombro.

¿Cómo fue el comienzo?

Siempre me ha gustado estudiar historia, arte y cultura. Traje buenas bases de inglés y las perfeccionarlo en la universidad. En 1997 me gradué como diseñador en el Fashion Institute of Technology, donde me convalidaron parte de la carrera de Diseño de Interiores que ya había finalizado dominicana. Acabo de graduarme de ‘sommelier’ (catador de vinos). Todo lo que he estudiado lo aplico en mi negocio.

¿Qué más ha hecho?

Comencé en la sección de perfumes de Macy’s, ganando 12 dólares por hora de trabajo, pero a las cinco meses me ofrecieron ser manager en Bloomingdale’s, donde trabajé como manager para Carolina Herrera con un salario inicial de 35 dólares por hora. Me convertí en un experto en perfumes, fragancias y cosméticos. Llegué a manejar 217 tiendas en los Estados Unidos y Canadá. Vivía prácticamente en un avión. Y en los negocios siempre había vino y cenas…

32-63 87th St. East Elmhurst, NY 11369 / Tel: (718) 928-6588 / addictivewinebar.com