El candidato al distrito 21 del Concejo de Nueva York, Francisco Moya, no quiere darle la cara a la comunidad latina de Queens. El 2 de diciembre del 2010 también canceló un debate público en el Centro Judío de Jackson Heights que estaban planeando 10 organizaciones comunitarias cuando quería ser asambleísta.

El martes de esta semana, Moya volvió a cancelar el debate que estaba previsto para el jueves 7 de septiembre en la noche. Moya, simplemente, no quiere enfrentar en público a su oponente Hiram Monserrate, quien siempre ha estado dispuesto a debatirlo.

Moya nunca ha asistido a un debate de campaña y está en deuda con la comunidad. QueensLatino también lo invitó a debatir el miércoles de esta semana en la Iglesia Católica San Leo y rechazó la oferta. Moya además esquivó la invitación a debatir que le envió la organización Faith in New York. La organización Food Bank for New York City también trató de hacer el debate en Elmcor y Moya no quiso.

Frangeline Rozo de Faith in New York prefirió no intentar más. Carol Schneider de Food Bank for New York City argumentó que fueron “forzados” a cancelar el debate por circunstancias “fuera de nuestro control”.

Quien está bien controlado es Moya, por sus asesores de campaña y por el Partido Demócrata, quienes le ordenaron que no debatiera a Monserrate. Jon Greenfield, vocero de la campaña de Moya, ofreció esta excusa: “Nosotros no decidimos no participar sino que el Food Bank nos avisó esta tarde que el debate estaba cancelado”.

Más allá de la falta de un debate, ninguno de los dos candidatos, Moya o Monserrate, le está explicando a la comunidad latina la importancia de estas elecciones, cómo participar y qué está en juego. Predominan los insultos y la superficialidad.

La comunidad latina está siendo ignorada. Ambos candidatos tienen sus sedes de campaña en East Elmhurts, en Astoria Boulevard, a dos cuadras de distancia, porque buscan el voto de la comunidad negra. “Los latinos no vota”, es el rumor en la calle. Las elecciones primarias son este martes 12 de septiembre.

De acuerdo al Censo del 2010, los latinos son el 73% de la población de Corona, el principal vecindario del distrito 21 del Concejo, y la comunidad negra es el 9%. El 70% de la población nació en otra nación, el 30% no habla inglés con fluidez, el 25% es indocumentada y el 21% vive por debajo del índice de pobreza.

En el área de Corona, East Elmhurts y Jackson Heigthts viven 29,863 ecuatorianos, 28,503 mexicanos, 18,048 dominicanos, 16,194 colombianos y 4,749 puertorriqueños.

Los esposos

Los esposos Angelo y Angela Giliotti frente a su residencia de la calle 106 Corona, Queens.

OSTRACISMO

Martes 5 de septiembre, 6:55 de la noche, Reyes Pérez atiende su negocio Roses Flowers del 46-04 de la calle 104. “Tengo este negocio hace 3 años y no conozco a Moya o Monserrate”, dijo Pérez. “Hace 10 años que soy ciudadano, trabajo mucho y no voy a votar”.

Moya insiste que vive en esa cuadra, pero nadie puede asegurarlo. Irene DeBenedittis, propietaria de Mama’s Backyard Cafe y del deli Leo’s Latticini, dijo que conoce a Moya desde niño, “pero no sé si vive en esta calle… y votaré por él”.

Antonio Díaz discutía de negocios en Mama’s Backyard Cafe y dijo que Moya lo ayudó una vez que tuvo un problema en la calle, “pero no sé en dónde vive”. A pocos pasos de allí, en la Panadería y Pastelería Italiana, los empleados latinos no saben de Moya o Monserrate.

Los esposos italianos Angelo y Angela Giliotti viven hace 50 años en Queens y no conocen a Moya o Monserrate. Frente a su apartamento del 47-10 de la calle 104 la pareja prefirió hablar de cualquier otra cosa que de política.

En el restaurante Franco Di Roma, en el 47-17 de la calle 104, los nuevos dueños Elvira Vega y Germán González tampoco saben de Moya o Moserrate. “No sabemos ni quién puso ese papel de campaña por Moya en el vidrio”, dijo González.

Arturo Guzmán en la calle 104 de Corona.

Arturo Guzmán en la calle 104 de Corona.

Arturo Guzmán vive en esta nación desde 1983, es ciudadano americano hace 10 años y dijo que siempre vota en la Iglesia San Leo. Vive a pocas cuadras de ese puesto de votación, no conoce a Moya ni sabe dónde vive, “aunque prefiero votar por él”.

La comunidad latina requiere de debates e información. Moya necesita dar la cara como político electo. La prensa anglosajona tampoco tiene en cuenta a la comunidad latina del área y El Diario hasta ahora no ha escrito una sola línea de esta contienda electoral, una de las más importantes en la ciudad de Nueva York.

Javier Castaño